Aquel pozo atraía a los suicidas, hombres y mujeres habían
probado sus aguas. Pero no todos
realizaban el viaje definitivo, pues por azares o torpezas algunos regresaban a
la superficie.
Los curiosos solían preguntarles:
-¿Qué viste en el pozo?
-Vi cómo mi hija pelaba una manzana.
-Vi cómo la yedra devoraba mi huerto
-Vi las plumas empapadas de un gorrión queriendo levantar el
vuelo.
-Vi cómo una nube detenía su paso junto a mi ventana…
-Todo lo que vi lo había mirado sin verlo miles de veces.
-Y ¿qué echaste de menos dentro?
Aquí todos coincidían:
-Algo de compañía.
No hay comentarios:
Publicar un comentario